El blackout informativo del 12F

Febrero de 2014 quedó marcado para la historia por la censura y la opacidad informativa que predominó en la cobertura noticiosa sobre los conflictos de calle que tomaron fuerza a partir del 12 de ese mes y se extendieron por dos meses continuos, con un saldo de 43 personas fallecidas y 843 heridos. En las protestas confluyeron diversas motivaciones: descontento político, rechazo a los índices de inseguridad ciudadana, y el alto costo de la vida.

El 12 de febrero, el día más álgido y conflictivo, IPYS Venezuela registró 12 casos de agresiones y limitaciones a la labor periodística, dirigidas por funcionarios del poder estatal, simpatizantes oficialistas y grupos paraestatales. Al menos 12 periodistas, reporteros gráficos, camarógrafos y corresponsales extranjeros relataron impedimentos en su trabajo de calle en el Área Metropolitana de Caracas, Mérida y en las plataformas digitales.

Mientras en las calles se expandían los conflictos que dejaron tres personas fallecidas y 23 heridos -de acuerdo con los reportes oficiales de la Fiscalía General de la República- la radio y la televisión se encadenaban con alocuciones oficiales.

En horas de la mañana sectores oficialistas y opositores comenzaron a reunirse en distintos puntos de la ciudad, acordados para comenzar las movilizaciones. La marcha oficialista convocada para conmemorar el Día de la Juventud, comenzó en las inmediaciones de Plaza O’Leary y culminó en el sector La Pastora. Por su parte, la marcha opositora, convocada para protestar por la inseguridad del país y para exigir la liberación de cuatro estudiantes de la Universidad Católica del Táchira, partió desde Plaza Venezuela hasta la sede de la Fiscalía del Ministerio Público, en la avenida Urdaneta.

Marcha opositora (izquierda) y marcha oficialista (derecha) convocadas para el 12 de febrero de 2014.

Poco después del mediodía comenzaron a registrarse hechos de violencia en los alrededores de la sede de la Fiscalía.

Silencio en los medios

Esa tarde, las televisoras y radioemisoras guardaron silencio de lo sucedido, mientras que los venezolanos exigían información. Para las televisoras venezolanas, lo ocurrido no fue motivo para cambiar su programación sobre variedades y entretenimiento. No hubo información pertinente y oportuna, ni mucho menos en vivo y directo, así lo documentó IPYS Venezuela.

En un monitoreo empírico realizado por esta organización, durante la tarde del 12 de febrero, se pudo constatar que 30 de 39 emisoras del espacio radioeléctrico de Caracas también mantuvieron su programación habitual de contenidos de entrevistas, agendas musicales y anuncios. Las otras 9 emisoras sí reportaron información referente a los hechos.

En cuatro emisoras, que forman parte del sistema nacional de medios públicos, hubo opinión, acompañada de un discurso político partidista en el que se comentaba sobre un presunto plan de los sectores de Oposición del país para provocar una crisis política semejante a la del 11 de abril de 2002.

Click aquí para leer el reporte completo publicado por Ipys Venezuela: Represión y Silencio

En las otras cinco emisoras se reportaron los hechos, pero sin mostrar la magnitud de lo sucedido. Mencionaban que se desarrollaba una “situación irregular” en el centro de Caracas sin dar mayores detalles. Inclusive, el monitoreo registró que alrededor de las 5.30 p.m. un periodista despedía su espacio en un circuito informativo nacional con un balance desteñido de lo ocurrido y enfatizó la versión oficial. Sus soportes eran las declaraciones del Ministro de Interior, Justicia y Paz, para ese momento, Miguel Rodríguez Torres, quien decía que todo había “vuelto a la calma”.

Tanto las televisoras como las radioemisoras inhibieron de informar ante a la advertencia que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) había hecho un día antes, cuando notificó sobre la posibles sanciones que podrían aplicarse en contra de los prestadores de servicio de radio, televisión y medios electrónicos que hicieran cobertura de los hechos de violencia que estaban teniendo lugar en varios estados del país.

El Directorio de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, dependencia adscrita a CONATEL, el 11 de febrero de 2014, dirigió la medida a: “algunos actores del espacio radioeléctrico que realicen una cobertura mediática que podría o pudiesen privilegiar, en tiempo, tratamiento y lenguaje, la promoción de la violencia y los llamados a caotizar la vida pública, por encima de la convocatoria al diálogo, el respeto a la ley y la resolución pacífica de los conflictos”.

William Castillo, director del organismo, declaró para los medios de información que la cobertura mediática de varios medios de comunicación sobre los hechos de violencia registrados en el país, posiblemente violen lo establecido en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos (Ley Resorteme) que prohíbe la difusión de contenidos que hagan apología del odio y la violencia, los llamados al desconocimiento de las autoridades y a alterar la paz pública.

IPYS Venezuela había advertido sobre el posible efecto intimidatorio que este tipo de amenazas podía producir en los medios de comunicación, y que podría devenir en censura y autocensura.

La medida de CONATEL abonó el terreno para que el  Directorio y el Presidente de la República ordenara a los servicios de televisión por suscripción nacional la censura de la televisora colombiana NTN24, que informaba en vivo y en directo lo que estaba ocurriendo en las calles de Caracas.

Click aquí para leer la alerta sobre caso de censura a NTN24

Alrededor de las nueve de la noche, los medios radioeléctricos emitieron una alocución oficial que los obligó a transmitir una cadena nacional, en la que el Presidente de la República, criminalizó la protesta pacífica y anunció un “Golpe de Estado en desarrollo” que buscaba sacarlo del poder.

Las omisiones del papel

 El 13 de febrero, la amenaza también influenció el tratamiento informativo que medios impresos de circulación nacional hicieron sobre los acontecimientos. IPYS Venezuela determinó que sobre 26 medios impresos de distintas ciudades del país, 18 informaron en sus portadas sobre hechos de violencia; otros 12 titularon con esta información, mientras que otros cuatro lo colocaron como información destacada pero no de apertura. Tres medios sólo reseñaron la “movilización pacífica”, tres más fijaron la posición oficial que indicaba un plan similar al de abril de 2002. La opción para otros dos medios locales fue no informar sobre estos acontecimientos.

“Escasez de alimentos de enero es la más alta en cinco años”, fue el titular principal de El Universal. En el título de la segunda nota de apertura tampoco aparecieron referencias sobre los hechos que causaron conmoción: “Jóvenes se movilizaron en todo el país”, así refería, y los detalles de las personas fallecidas, heridas y detenidas arbitrariamente, al finalizar la marcha en Caracas, se ofrecieron en el sumario del mismo titular.

La edición del diario Últimas Noticias, de circulación nacional, destacó por el enfoque predominante a la versión oficial de los hechos. Su primera edición del 13 de febrero cerró con la cita del Presidente Nicolás Maduro: “El gobierno está enfrentando un golpe de Estado en desarrollo”, y menos visibilizada la noticia: tres personas habían sido asesinadas el día anterior.

Bassil Da Costa (izquierda), Robert Redman (centro) y Juan Montoya (derecha), fallecidos en los hechos de violencia registrados el 12 de febrero de 2014 en la ciudad de Caracas.

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Los trabajadores de la Cadena Capriles (hoy Grupo Últimas Noticias) -conglomerado empresarial al que pertenece el diario Últimas Noticias-, se reunieron en una asamblea para expresar su descontento por el inadecuado manejo informativo de la línea editorial, tras un reciente proceso de cambio de propiedad del medio y su opacidad sobre los nuevos accionistas. Los reporteros rechazaron el cambio de enfoque sobre la noticia de los hechos violentos ocurridos en Caracas.

Click aquí para leer más sobre el comunicado emitido por los trabajadores de Cadena Capriles

En los días sucesivos, la red social Twitter sufrió un bloqueo parcial en Venezuela que impidió a los usuarios en el país visualizar imágenes, luego de que se publicaran mensajes referidos a las protestas que se presentaron en las principales ciudades del país. Mediante un comunicado, la empresa Twitter INC, representante legal de la compañía, verificó que se habían aplicado mecanismos de bloqueos en esta plataforma a través del servicio de CANTV, principal servicio de internet en el país. La compañía telefónica estatal desmintió que se aplicara una estrategia deliberada para que Twitter presentara fallas en Venezuela.

Click aquí para leer más sobre las declaraciones del representante de Twitter INC sobre bloqueo de plataforma en Venezuela

 

Record de casos

Los hechos de violencia y los conflictos de calle aumentaron los riesgos para la cobertura periodística. Entre el 12 y el 28 de febrero, IPYS Venezuela documentó 61 casos de violaciones a la libertad de expresión. Estos números hicieron que febrero de 2014 cerrara con un saldo de 69 incidentes, el número mensual más alto que ha reportado IPYS Venezuela, y que solamente es comparable con el mes de abril de 2013, cuando ocurrieron 64 limitaciones y agresiones contra periodistas y medios de comunicación, en el contexto del proceso electoral en el que fue electo el Presidente Nicolás Maduro. IPYS Venezuela hace un llamado a las fuerzas estatales, no estatales y a las empresas de los medios de comunicación a garantizar las condiciones necesarias para que los periodistas puedan ejercer su labor sin ningún tipo de riesgos, amenazas, ni presiones, como las que marcaron el 12 de febrero de 2014 y los días sucesivos.

 

 

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